Soy Belén y cuento cosas

Antes vivía en España.

En Madrid, concretamente. Me crié viendo Grease, y Dirty Dancing, y el Príncipe de Zamunda. Y también Padres Forzosos, Salvados por la Campana, los Simpsons, Cosas de Casa, Sensación de Vivir y Melrose Place, entre muchas otras series. Después tuve la suerte de poder ir a Estados Unidos a aprender inglés con varias familias, haciendo de mi adolescencia un paraíso de Levi’s, camisetas de Calvin Klein y polos Ralph Lauren baratísimos comprados en outlets. Yo soñaba con vivir al otro lado del charco y tener una casa con jardín y valla blanca, una vecina que me diera la bienvenida con magdalenas y, en definitiva, «más calidad de vida», porque pensaba que la «calidad de vida» era poder hacer barbacoas con los vecinos, ir a toda prisa a trabajar en el metro de Manhattan con un café en la mano y que mis vacaciones consistieran en recorrer los parques nacionales en una mega caravana.

Un día, logré cumplir mi sueño y conseguí que me trasladaran, a través de mi trabajo, a Miami. Y recuerdo que mi pensamiento inicial fue que Miami no era «lo suficientemente americano». Pero bueno, por algún lugar había que empezar…

Miami es un crisol de culturas, «la capital de Latinoamérica», el lugar con más días de verano del país y más hispanohablantes. Pero, aunque no lo parezca muchas veces, sí que es Estados Unidos. Para lo bueno y para lo malo. Y viviendo aquí y evitando a toda costa formar parte de «la burbuja española» de la que muchos nunca salen, comencé a descubrir lo que este país esconde bajo la alfombra y no nos llega vía Hollywood. Me llevé un chasco al ver que no hay apenas derechos laborales, que el racismo es mucho más complejo de lo que yo creía y se respira en todas partes, que esta es una sociedad súper machista y que el problema que tienen con tantas armas y tanto tiroteo no es nada fácil de solucionar. Y, sobre todo, me di cuenta de que esa «mayor calidad de vida» a la que yo aspiraba era imposible de alcanzar. Porque con lo que yo no contaba era con que aquí no existiese el estado del bienestar.

 Ahora vivo en Estados Unidos.

En este país he aprendido a saltar obstáculos que nunca lo habían sido en mi Madrid natal, a valorar (y mucho) la Sanidad pública, el funcionariado, las ayudas al desempleo, la baja paternal y maternal, las pensiones, las leyes de protección de datos, la unión sindical… ¡y hasta el IMSERSO! de España.

También aquí decidí empezar a quererme más a mí misma. Esto fue todo un proceso laaaargo y personal, pero podemos resumirlo en las dos cosas más importantes: adopté a un perrillo, Pancho, que se convirtió en mi salvavidas, y descubrí el amor del bueno con Adam, a quien yo llamo «Yankimarido» y es, sin duda, el mejor «yanki» de todos.

Gracias a Yankimarido, empecé a comprender cómo funciona el Congreso, y los lobbys, y cómo se financian las campañas electorales con los PAC y los SUPERPAC. Y un millón de cosas de la cultura popular de este país que le dieron sentido a todas las series y películas que, a pesar de que ya había visto, estaban llenas de detalles que se me habían escapado. Empecé a viajar por el país mirando todo con otros ojos y viendo más allá de la «americanada» fácil que llevaba viendo toda mi vida como turista.
 
Aló Miami nació del deseo de compartir lo aprendido con otras personas que, como yo, idealizan Estados Unidos y no ven la foto completa. Pretendo informarte, aclararte dudas y permitirte formarte una opinión propia de cómo funciona esta sociedad tan distinta a la nuestra. Quiero que comprendas mejor las noticias que nos llegan, las películas y las series, y quiero compartir contigo expresiones y vocabulario en inglés que yo jamás había oído hasta que llegué a vivir aquí, a pesar de haber estudiado inglés desde los siete años.
Estados Unidos es un país enorme con más de 300 millones de personas y mil millones de matices…

…Así que ponte cómodo, que esto de la «desmitificación» va para largo.

¡Empezamos!

Belén te enseña, muestra y difunde la realidad americana y sus experiencias. Desde el corazón, tratándote con tal respeto que parece que fueras su amigo/a desde hace varios años

@polacolemons

Belén crea contenido de calidad, se nota que lo que hace le apasiona y el cariño que le pone a todo.

@sarismartin

Aló Miami nos ofrece cultura y reflexiones de calidad en cómodas dosis. ¡Un imprescindible!

@inesbermo

Descubrí a Aló Miami en Instagram por casualidad y… ¡me he vuelto adicta! Se aprende un montón con todo su contenido y, además, es divertidísima.

@raquelinchis

Entender a los yanquis sin moverte del sofá es posible. Si no viajas… con Aló Miami no te hace ni falta. Enjoy!

@ele_hum

¡Belén amplía mi conocimiento de EE.UU. aún habiendo vivido yo allí 4 años! Es genial.

@aguzmanc

Aprendes curiosidades, desmitificas lo que ya sabías (¡o no!) de EE.UU., mejoras tu inglés y te diviertes.

@apfojo

Si piensas que sabes mucho de EE.UU. porque has visto muchas pelis… este es tu sitio. Aló Miami te cuenta, en todas sus plataformas, muchas cosas interesantes y surrealistas de este país. ¡Oro puro!

@suemadrid03

Cada día descubro algo nuevo con Aló Miami. No tiene miedo de tratar temas escabrosos ni de contraponer ideas diferentes. Es la mejor referencia para entender EE.UU. desde nuestra perspectiva hispánica.

@anatengermania

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