Tras terminar este podcast y tener esa larga conversación con “Carolina”, la #fólogüerdecalidad que se prestó a contarnos su experiencia en uno de los campamentos más exclusivos del país desde el anonimato, este tema me ha dado mucho que pensar.
Lo que está claro es que los campamentos de verano son una de las muchas vías que existen para socializar a los niños con otros niños de su misma clase social, creencias y entorno. Esto también ocurre en España, entiendo, pero, al menos en mi propia experiencia (y yo empecé a ir a campamentos de inglés y deportes desde los 7 años), estoy segura de que el objetivo de mis padres nunca fue el que yo comenzara a hacer una buena red de contactos.
Pero es que los contactos, en un país donde el 85% de los trabajos se consiguen a través del llamado “networking”, lo son todo. Y no solo es fundamental tener “amigos” para conseguir un trabajo o acceder a una Universidad. Aquí hasta para conseguir plaza en algunas guarderías se piden referencias. Para poder comprar una casa en algunas urbanizaciones se piden referencias. De ahí que los campamentos, las iglesias, las hermandades y los clubs de todo tipo sean tan importantes…. Y también de ahí que el racismo sea sistémico. Adivinad quién tiene más contactos: ¿los blancos o los negros?
Os dejo aquí una lista de los campamentos de verano más exclusivos de Estados Unidos: 19 campamentos para niños con precios alrededor de los 13 mil dólares que nos mencionaba Carolina (y eso que son precios de 2017…). El “Raquette Lake Camp” por ejemplo según este artículo se considera el “Harvard de los campamentos”, donde los niños van uniformados y se requiere pasar una entrevista -si no tienes referencias previas- para poder optar a una de las 10 ó 12 plazas que se dan a gente “sin contactos” cada año. Otro campamento es el “campamento de los Oscarizados”, ya que se enfoca en clases de teatro y Robert Downey Jr. o Natalie Portman fueron de pequeños. Por cierto, este campamento – que se llama Stagedoor Manor Performing Arts Training Center- está en los Castkills, que tradicionalmente un lugar de veraneo para judíos neoyorkinos…. e inspiración para la película Dirty Dancing.
Si os ha interesado la experiencia de Carolina y queréis informaros de cómo trabajar en el futuro en uno de estos campamentos, ella me ha comentado que tras la desastrosa gestión de Travelingua, empezó a trabajar con Americamp, que es la “segunda agencia” que ella menciona en el podcast. Ella conoce otras, como Camp Leaders, Camp America, etc. pero no está segura de si trabajan con españoles. No os pongo enlaces porque tampoco quiero promocionar o criticar a ninguna de estas agencias, solo contaros la opinión de Carolina en función de su experiencia.
Y, por último, si os ha picado la curiosidad acerca de los campamentos nazis que digo en el podcast que efectivamente fueron una realidad en Estados Unidos en los años 30, hay un podcast muy bueno al respecto (en inglés): el episodio 233 de The Dollop: American Summer Hitler Camps.
Y ahora sí, termino la temporada agradeciéndoos una vez más que escuchéis mis historias, que leáis estas notas del podcast a las que dedico mi tiempo y cariño, y que vuelvo pronto con muchos más temas que tenemos pendientes: Aún queda mucho por desmitificar.
Os mando un abrazo,
Belén