Aquí os dejo el enlace al post explicativo sobre el Pizzagate de este mismo blog y algunos vídeos que menciono en el podcast:
El momento en el que Trump se hace fotos con algunos miembros del Ejército y suelta su famosa frase misteriosa: “¿Sabéis qué es esto? Quizá sea la calma antes de la tormenta”…
Y, sobre todo, esa rueda de prensa que vi en agosto y que hizo que abriera el ordenador y decidiera contaros esta historia. Aquí tenéis un vídeo resumen:
La página de la wikipedia de Lauren Boebert, ejemplo de política creyente en la teoría del “Deep State” y que apoya a QAnon, no tiene desperdicio. Mirad la foto de perfil.
Y es más: además de ser candidata al Congreso de EE.UU., pone que es dueña del restaurante “Shooters Grill”, lugar donde los empleados son animados a portar sus propias armas de fuego a la vista, en un pueblo de Colorado que se llama Rifle. Todo muy acorde.
Pero insisto, lo que yo os he contado es solo la punta del iceberg porque esta teoría es enorme. Si os interesa este tema, hay mucha, mucha más información en las redes (prácticamente toda en inglés, eso sí). Os dejo la bibliografía que he utilizado yo para realizar este episodio aquí debajo:
También hay un podcast muy bueno, “The QAnon Anonymous Podcast” , dedicado a desgranar QAnon y todas sus “patas”. La historia no tiene fondo. Para que os hagáis una idea de la magnitud de este tema, ellos ya van por el capítulo 112. Si queréis un pequeño resumen, el primer episodio que hicieron (allá por 2018) explica todos los básicos de esta teoría de forma muy amena.
También podéis encontrar de forma muy sencilla todo tipo de desinformación, podcasts, foros, vídeos en YouTube, perfiles y comentarios en redes sociales dedicados a extender esta teoría de la conspiración y, por supuesto a captar votos para Trump o aliados en grupos de ultraderecha. En serio, esto va a más. Cuando yankimarido vio a aquel tipo con la camiseta de QAnon el año pasado se sorprendió mucho.. pero en el último mes hemos visto 2 coches con pegatinas “Q” en apoyo a esta teoría… Y mira que últimamente, con la pandemia, salimos de casa bien poco.
El problema es que la cantidad de desinformación es tan abundante o más como la información. La gente cree estar informada por seguir “noticias” en las redes. Y eso asusta. Sobre todo en plena recta final de la campaña electoral que marcará el rumbo de la política estadounidense (y, en cierta medida, de todo el mundo) durante los próximos 4 años.
Espero que a vosotros os sirva para abrir los ojos en redes sociales cuando seguís a personajes de EEUU y no dar coba a ciertos hasthags, como os comentaba en el podcast, o creer ciertos bulos, o ayudar a difundir ciertos mensajes. Todos somos vulnerables a la desinformación y también a sus consecuencias. Por eso es muy importante poder identificarla, para acabar con ella.
Os mando un abrazo,
Belén